Un turbocompresor, también llamado turbo es un sistema de sobrealimentación compuesto por una turbina centrífuga y un compresor para comprimir gases. Es uno de los sistemas más utilizados para sobrealimentar motores de combustión interna, sobre todo en motores diésel. El turbocompresor introduce aire a presión en los cilindros. Al disponer de más oxígeno, se puede quemar más combustible y por lo tanto conseguir más par. Cuanto más grandes sean las cámaras de combustión, más cilindrada. Antiguamente, su aplicación se destinaba a grandes motores (la mayoría diésel) de grandes cilindradas o de competición. En la actualidad, son utilizados en la mayoría de los motores, incluso de baja cilindrada, que buscan reducir consumos y aumentar la potencia del motor. helloauto.com
Ventajas
Rendimiento del motor
Una de las grandes
ventajas de los motores con turbo es el rendimiento. Los motores con este
dispositivo pueden obtener más potencia con menor cilindrada. Algo
especialmente notorio en los vehículos deportivos. Sin embargo, no se trata
necesariamente de potencia máxima, también se busca aumentar el par motor.
Ahorro de combustible
Los motores con turbo
facilitan en gran medida la recuperación de energía, porque aprovechan la
velocidad de los gases de escape. Tienen que revolucionarse menos para obtener
el mismo rendimiento. Por eso consumen menos al tener que girar el motor menos veces,
con la consiguiente disminución de rozamiento interno. Además, con la inclusión
del turbo en los últimos años se está tendiendo a la reducción de tamaño de los
motores (downsizing). Lo que provoca un descenso del rozamiento todavía mayor y
una disminución del peso del motor.
Funcionamiento a gran
altitud
Los motores con turbo
funcionan correctamente a cualquier altitud, sea cual sea su nivel con respecto
al nivel del mar. Los atmosféricos pierden potencia porque el aire que entra en
el motor tienen menos oxígeno y no tienen ningún modo de forzar su entrada en
el motor. Los que tienen turbo detectan que hay menos oxígeno y la centralita
da la orden al turbo de soplar con más presión. Así que compensa la pérdida de
potencia.
Desventajas
Relativa fragilidad
El turbo no tiene un
mantenimiento específico. Usa el mismo aceite que el motor y no requiere de un
trabajo extra en el taller para mantenerlo en óptimas condiciones. Lo que sí
requiere es de un cuidado extra por parte del conductor. Te recomendamos que
eches un vistazo al artículo Cuidemos el turbo de nuestro coche, para saber
cuáles son los buenos hábitos para que te dure lo mismo que el propio coche.
Retardo
Una de las desventajas
más escuchadas de los turbos es que su respuesta no es inmediata. Tarda unos
instantes en comprimir el aire que entra en la admisión del motor y por lo
tanto hay un lag desde que se aprieta el acelerador hasta que entra toda la
potencia que le estamos pidiendo.
Existen varias ideas
para eliminar o minimizar el retardo del turbo. Por ejemplo, el motor con un
turbo por cada cilindro que fue patentado en 2017. Al tener colocado cada turbo
muy cerca de los cilindros, el aire a presión llega muy pronto a su lugar de
destino. Otra solución es la aplicada por Mercedes, que coloca los
turbocompresores dentro de la “V” del motor, para minimizar la distancia que
recorren los gases de escape hasta el turbo.
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